Redescubriendo Grupos (VII): System of a Down

Llevo ya unas cuantas entradas en el blog y como habreis podido observar/escuchar, mis gustos musicales son variados. Yo creo que la música es una parte muy importante de la vida y que escuchar solo un tipo de música es una forma de llevar una vida cuadriculada y evitar experimentar cosas nuevas. Aparte, la música depende mucho del estado de ánimo o de la situación que estes viviendo, así un día puede apetecerte escuchar un poco de música POP que te hace sonreir y otro día simplemente quieres descansar y escuchas música clásica o para relajarte te puedes poner un buen disco de baladas. Además, todos vamos cambiando a lo largo de nuestros días, estoy seguro que de pequeños disfrutabamos con las canciones de animalitos o con esos temas de los dibujos animados que veiamos en la televisión, pero que ahora mismo no escuchariamo a Marco, Heidi o Calimero en nuestros reproductores de MP3.

Toda esta introducción me sirve para presentaros a uno de mis grupos favoritos, y es que cuando tenía entre 15 y 19 años esto era lo que sonaba en mi discman (si, ese aparato grande en el que metias un disco y no podias moverte porque no leia bien, hasta que salieron los cacharros con «antivibración»). Este grupo no es otro que System of a Down, y que aunque ya no tengo 20 años sigo escuchando de vez en cuando, conozco todas sus canciones y espero poder ver en directo alguna vez en mi vida, aunque solo sea por volver a mi juventud.

A System of a Down los escuché por primera vez una tarde al volver del colegio. Con 14 años ya me empezaba a picar el gusanillo de la música y había comprado mis primeros CDs y Casettes (The Cors, Jannet Jackson, Alexia, Aqua… que lejos queda aquello). Pero no se porque a esa edad esa música tampoco me decía mucho. Yo jugaba a las cartas magic, jugaba a Warhammer y me gustaban los juegos de ordenador (rol y tiros), y no veia que esa música casara con mis otras aficiones. En cambio, cuando llegaba del colegio me ponía un programa de ETB1 que presentaba un tipo calvo y en el que estaban poniendo videos musicales al estilo MTV (el de antes, no como ahora), y en el que el género musical era principalmente el ROCK, y a mi me gustaba. En una de esas tardes merendando y viendo vídeos apareció ante mis ojos un tipo con camiseta amarilla y una perilla, y otro calvo, descamisado y con cara de loco. Era el videoclip de «Chop Suey!» la que pronto se convertiría en mi canción favorita, y mi reacción fue salir de casa a comprarme el CD de ese grupo, mi primer contacto con System of a Down, y el inicio de una larga relación. La canción en sí, me sigue pareciendo brutal, el inicio con ese riff de guitarra que es inconfundible, la violencia con la que cantan a toda velocidad las primeras estrofas de la canción (Wake up… make up… shake up…), la relativa tranquilidad del estribillo y sobretodo la voz de Serj Tankian (para mi el mejor cantante de rock de nuestro tiempo). Con estos ingredientes como no iba a gustarme esta canción.

Hecha la introducción ahondaremos un poco más en este grupo que se fundó en Los Angeles pero que tiene un origen algo más exótico, Armenia. Y es que los cuatro miembros de la banda, Serj Tankian (voz), Daron Malakian (guitarra), Shavo Odadjian (bajo) y John Dolmayan (bateria), tienen ascendencia Armenia y en algunas de sus canciones se puede escuchar (aproximandolo al rock claro esta) el folclore de su país, así como en sus letras incluyen mucha reivindicación contra el genocidio turco y otros problemas de su país de origen. Y es en la reivindicación donde se basan muchas de sus letras, Serj es un tio muy implicado y sus composiciones hablan sobre maltrato, machismo, guerra, genocidio, discriminación, el materialismo y otras muchas cosas. Vamos, que intentan cargar todas sus canciones de mensajes para remover conciencias.

La canción con la que yo les conocí (Chop Suey!) esta sacada de su segundo disco, Toxicity (2001), que para mí es un disco redondo sin ninguna canción que desesimar (Prison song, Forest, Aerials, Toxicity son grandes éxitos en mis listas de reproducción). Pero este no es el primer disco de la banda, su primera referencia data de 1998 y tiene como título, igual que muchos albumes de debut, el nombre del propio grupo System of a Down. En este disco toddavía se hace más patente sus inicios en el rock más metalero que luego han ido disrazando un poco, pero sin perder su esencia. Porque señores, si aun no os habiais dado cuenta, System of a Down son un grupo de METAL. A Toxicity le siguió en 2002 Steal this Album! una invitación más que aceptable, ya que el disco no tiene caratulas, ni imagenes, ni una gran parafernalia, es más, podría ser perfectamente el CD pirata que te pasa un compañero en el patio del colegio, pero aún así también era un gran disco. Os dejo unas cuantas canciones de estas primeras referencias de la banda:

Para mí es importante separar estos tres primeros discos. Con los tres originales en mi poder pase toda mi adolescencia, comprando revistas, escuchandoles continuamente y convirtiendome en un auténtico fan. La banda anunción entonces un «hiato indefinido». Esto venía a significar que la banda se separaba, y eso para un adolescente era muy duro. Pasaron dos años y por fin hubo noticias nuevas, la banda volvía a reunirse y sacarían dos discos a lo largo del año 2005, Carlos estaba muy feliz y ya empezaba a ahorrar (aunque para esos años ya existía el ADSL y la compra de discos empezaba a caer, pero de mi banda favorita tenía que tener los originales). Efectivamente a lo largo del año 2005 se publicaron los dos últimos discos de la banda, Mezmerize/Hypnotize. La ilusión y las espectativas que me había generado eran muy grandes y para que nos vamos a engañar, no legaban a la calidad de Toxicity, pero aún así los discos tenían unas cuantas buenas canciones. También había cambiado el look de la banda, habían perdido su mala leche y su aspecto de metaleros para ser una banda con una orientación más al rock clásico. Os dejo algunos singles extraidos de estos dos discos:

Después de la doble aventura del año 2005 la banda se separó definitivamente y no han vuelto a publicar nada en estos 8 años (se dice pronto). Si que tienen grupos paralelos como Scars on Broadway, o incluso una buena carrera en solitario Serj Tankian (con dos discos ya), y han colaborado en multitud de proyectos. A mí me queda el consuelo de que cada año eligen una serie de festivales y se reunen para tocar (este año les toca visitar Alemania) ya sabeis los viejos rockeros nunca mueren, espero poder verles alguna vez en mi vida, es una de mis tareas musciales pendientes.

«Aerials, in the sky. When you lose small mind. You free your life…»